20 mil billones de estos insectos se encuentran en todo el mundo. Su número y distribución importan porque influyen en el mantenimiento del ciclo de nutrientes y juegan un papel decisivo en la distribución de las semillas de las plantas.
La población mundial de hormigas se estima en 20 mil billones, de acuerdo con un estudio dirigido por los biólogos de la Universidad de Würzburg, Sabine Nooten y Patrick Schultheiss, publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).
Según este estudio, la estimación de la población de hormigas se vuelve más clara cuando se calcula la biomasa de los animales, lo que equivale a 12 megatones de carbono. "Eso supera la biomasa combinada de aves y mamíferos silvestres y corresponde a alrededor del 20 por ciento de la biomasa de la humanidad", explica Patrick Schultheiss en un comunicado.
Para calcular la cantidad de hormigas, el equipo revisó una amplia variedad de estudios existentes sobre los insectos, finalmente evaluó alrededor de 500 artículos adecuados y los combinó en una base de datos.
Las hormigas se encuentran en casi todos los hábitats, excepto en las regiones polares. El estudio fue el primero en investigar empíricamente cómo se distribuyen en el planeta. Resultó que los trópicos tienen la mayor densidad de hormigas. Además de la zona climática, los ecosistemas locales también juegan un papel importante. Los bosques y las regiones áridas son el hogar de la mayoría de los especímenes, mientras que son mucho más raros en áreas fuertemente influenciadas por humanos.
Los estudios futuros deberían centrarse en qué influencias ambientales afectan específicamente la distribución de las hormigas y en qué medida esto cambiará, especialmente como resultado del cambio climático.
¿Por qué el número y la distribución de estos animales es tan importante? En primer lugar se muestra en un ejemplo citado en el estudio: "Por hectárea, las hormigas mueven hasta 13 toneladas de masa de suelo por año", informa Patrick Schultheiss, "por lo que tienen una gran influencia en el mantenimiento del ciclo de nutrientes y también juegan un papel decisivo en la distribución de las semillas de las plantas".
A veces, sin embargo, la influencia de los insectos también es negativa. Las especies invasoras --por ejemplo, las hormigas rojas-- pueden tener un impacto negativo en la biodiversidad local y causar daños considerables.